Adquirir una vivienda es una de las inversiones más significativas en la vida de una persona. Sin embargo, esta adquisición conlleva responsabilidades financieras que pueden verse afectadas por imprevistos; por ello, contar con seguros de deuda y daños es esencial para proteger tanto el patrimonio familiar como la estabilidad económica. En ese contexto, el Fondo Social para la Vivienda (FSV), como parte del Sistema de Vivienda, incluye en sus créditos pólizas que brindan una cobertura integral ante diversas eventualidades. La institución, según la ministra de Vivienda, Michelle Sol, ofrece una cobertura robusta a través de sus pólizas de Seguro de Daños y Seguro de Deuda, brindando respaldo y tranquilidad a las familias salvadoreñas que han adquirido un crédito hipotecario. «Que los valúos de las viviendas estén actualizados es importante para que los seguros les cubran el valor actual de las viviendas y su patrimonio esté protegido», destacó la ministra Sol.
Asimismo, enfatizó sobre la relevancia de estos seguros e indicó que la labor primordial es garantizar que cada familia salvadoreña tenga acceso a una vivienda digna y segura, protegiendo su patrimonio ante cualquier eventualidad. Agregó que dichos servicios son parte del esfuerzo continuo del ministerio y del FSV por ofrecer soluciones habitacionales que no solo faciliten el acceso a la vivienda, sino que también aseguren su protección a largo plazo.
IMPORTANCIA DE LOS SEGUROS Y CÓMO UTILIZARLOS
La ministra Sol explicó que, ante una tragedia personal o un desastre natural, las finanzas familiares pueden verse gravemente afectadas; por ello, contar con seguros permite sobrellevar estas situaciones sin tener que enfrentar una carga económica adicional por el préstamo hipotecario. Muchos créditos hipotecarios, como los del FSV, exigen la contratación de seguros como condición para otorgar el préstamo, lo que asegura que ambas partes, el deudor y la institución, tengan garantías en caso de siniestro o fallecimiento. El Fondo Social para la Vivienda incluye seguro de daños que brinda protección frente a desastres y eventos fortuitos sobre el valor de la construcción de su vivienda, así como las remodelaciones, ampliaciones o mejoras que se hayan realizado y que estén reportadas y valuadas por el FSV. Entre los riesgos cubiertos en el seguro de daños se encuentran terremotos, temblores y erupciones volcánicas, incendios, rayos, explosiones e implosiones, huracanes, vientos fuertes y granizos, caída de árboles y rotura de tuberías, así como desprendimiento y arrastre de tierra y lodo, actos vandálicos, motines o huelgas y desmantelamiento siempre que la vivienda no esté abandonada. Cabe destacar que el terreno no es asegurable y que existen exclusiones, como daños por desgaste, defectos de diseño o construcción, fenómenos como corrosión, entre otros. Por otro lado, el FSV también incluye en sus créditos un seguro de deuda con el que garantiza que, en caso de falle[1]cimiento del deudor o codeudor, o si estos sufren una invalidez total y permanente, el préstamo hipotecario quede cancelado, liberando a la familia de la obligación financiera, lo que se vuelve un respaldo financiero en momentos críticos. Para este tipo de seguro, en caso de fallecimiento, se debe presentar partida de nacimiento y defunción del deudor o codeudor (emitidas en los últimos tres meses), informe médico o autopsia certificada, formulario de reclamo, DUI del fallecido y del solicitante. En caso de invalidez total y permanente deberá pre[1]sentar dictamen médico con discapacidad igual o mayor al 66.6 % o resolución de aseguradora, informe médico reciente, partida de nacimiento, formulario de reclamos, DUI del deudor y del solicitante. El Ministerio de Vivienda también destacó que saber que la deuda está asegurada y que la vivienda cuenta con protección ante riesgos da tranquilidad al titular del crédito y a su familia, es un respaldo constante que permite enfocarse en el bienestar y desarrollo del hogar sin temor a lo inesperado.
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